A besarse contra la homofobia

Este sábado 17 de mayo se conmemoró el Día Internacional de la Lucha contra la Homofobia. ¿Por qué esa fecha? La Organización de las Naciones Unidas la adaptó en 1990 a raíz de que un pronunciamiento académico y científico de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA-EUA) determinó que no había razones para clasificar a la homosexualidad humana como una patología psicológica.
En Ecuador se conmemoró con una Gran Besada en la Plaza Grande de Quito a las 14h00 del día sabado 17 de mayo. Si bien la ONU, a través de la Organización Mundial de la Salud, demoró 17 años para acoger este pronunciamiento científico, hay perfectos idiotas de todo el mundo que creen aún que tener una orientación sexual diferente a los heterosexuales transgrede lo que las fábulas bíblicas sentencian: solo un hombre y una mujer pueden sentir amor y afinidad, lo que la realidad, la historia y la psiquis humana contradicen sin necesidad de mucha teoría.

En Ecuador ocurrió la primera manifestación con beso o Gran Besada, este sábado 17 de mayo en la Plaza Grande o Plaza de la Independencia, con motivo del día contra la homofobia, como un motivo de protesta y denuncia de los crímenes de odio hacia gays, lesbianas, bisexuales y transgénero que ocurren en nuestra sociedad y que muchas veces ni lo sabemos, justamente por el odio y miedo que el prejuicio y discriminación generan en las personas, familias de las víctimas… y en los medios de comunicación.
¿Por qué un beso? Siendo que el beso es una manifestación de amor y sentimientos placenteros, nuevamente las sentencias bíblicas lo tergiversaron a raíz del beso que Judas Iscariote dio a Jesucristo para supuestamente "denunciarlo" ante los romanos; y fue un beso entre hombres. ¿Los heterosexuales protestaron alguna vez por no poder besarse en lugares públicos? No lo sé y no recuerdo, pero en la cultura hetero-machista, católico-cristiano-judaica el beso puede ser visto como un acto obsceno, impúdico e indecente. Peor aún si es entre hombres, es penalizado en muchos lugares como "escándalo público".

Sin embargo, es paradójico que en culturas como la cristiano-ortodoxa, los musulmanes fundamentalistas y los gauchos sudamericanos (Argentina y Uruguay), el beso entre hombres, incluso en la boca, es una manifestación que, además de pública, no es obscena como en el Occidente-católico romano se ha endilgado con hipocresía y machismo. Recordemos a los jefes de Estado y soldados rusos besándose paladinamente en la boca tras las victorias bolcheviques y en las bienvenidas triunfales, tras sendas guerras mundiales. O como un saludo entre amigos. Incluso entre futbolistas tras un gol triunfal (o no). Países antiguamente tan conservadores como
Italia y España en Europa o Chile, Estados Unidos, Venezuela y México en América, entre muchos otros países de Occidente, ya han experimentado una manifestación gay de protesta u orgullo que concluye en un beso colectivo. Besos para reclamar las uniones civiles del mismo sexo; besos para protestar contra la represión de no poder besarse en lugares públicos; besos para manifestar el orgullo gay; besos para criticar la homofobia y discriminación. Si fuera por causas y motivos, pretextos hay muchos.
Así que éste fue un acto valiente para contrarrestar el peligroso avance fundamentalista evangélico (ya ni siquiera católico) de grupos religiosos fanáticos que quieren silenciar el derecho de las personas de ser y existir felices y de desarrollar su personalidad con libertad, tal como lo reza en la propia Constitución.